Reflexión sobre el primer caso positivo de Covid -19 en Gral. Alvear por Eric Gorosito

A raíz de la pandemia que venimos sufriendo y de la cuarentena que llevamos un poco más de cuatro meses, nos toca luchar con el virus en primera persona.
Allá lejos quedaron los reclamos por nuestros policías y personal de SPB que recorrían miles de kilómetros a otras localidades (muchos de estos lugares con casos positivos confirmados) para cumplir con su tarea esencial.

¿Se podría haber evitado esta situación? ¿Debemos enojarnos con el policía que se fue a hacer su trabajo porque no tiene sindicato que lo defienda en caso de negarse a cumplir sus funciones? ¿El gobierno municipal podría haber realizado diligencias a fin de cuidar a nuestros alvearenses?, las preguntas son muchas y tratare de dar respuestas a algunas de ellas.

Allá por el 2015, un diputado bonaerense del Frente Renovador, Ramiro Gutiérrez, presento un proyecto de declaración en el que pide al ministerio de Seguridad que prohíba mediante una resolución el traslado de efectivos policiales a más de 100 kilómetros de su ciudad de origen.

Lo que buscaba acertadamente este diputado era lo que se ve diariamente en las rutas de la provincia de buenos aires, policías y personal del Servicio Penitenciario Bonaerense haciendo dedo, sujetos a los avatares de un aventón, algo indigno que viola los derechos humanos y menosprecia la calidad de nuestra seguridad pública. Allá por el 2015 cuando la necesidad era el gasto, vínculo familiar y cuestiones esenciales; imagínense ahora con esta situación de crisis sanitaria. Era algo indispensable para hacer.

De mas esta decir que si nuestro querido policía y vecino hubiese brindado su servicio en nuestra localidad, no estaríamos con la paranoia que hoy se vive en el pueblo. ¿Podría haber llamado el intendente al Ministro de Seguridad, Sr. Sergio Berni, para el cambio de destino de nuestros policías alvearenses?, es discutible pero una llamada no es molestia alguna cuando se está en juego la salud de los seres humanos.

También podríamos haber presentado un amparo o algún remedio legal para dicha situación porque bien sabemos que en las fuerzas de seguridad no hay reclamo alguno que se justifique; y el resultado de no ir a trabajar, siempre es una sanción o exoneración de la fuerza.

Otra cosa que no debemos dejar de pasar por alto es la falta de publicidad de quienes, y porque están en el comité de crisis, por qué se filtró información sobre la identidad de la víctima de esta negligencia estatal, mucho antes de la conferencia de prensa del día de hoy; algo que fomento todo tipo de teorías disparatadas, calumnias e injurias para quien hizo todo bien.

Y, por último, pero no menos importante; de la necesidad de brindarle mayor poder de decisión al pueblo en virtud que se aplaude el trabajo realizado, pero evidentemente hay que renovar las energías, cambiar criterios y prestar atención a asuntos como el que nos compete.

Lo único que nos queda claro es que la persona contagiada y su entorno, no son culpables de nada y debemos brindarles todo nuestro apoyo. Fuerza a él y su familia.